jueves, 15 de marzo de 2012

NARCISISTA FINAL

La leyenda de Narciso cuenta que este era un hermoso joven que todos los días iba a contemplar su propia belleza en un lago. Estaba tan fascinado consigo mismo que un día se cayó dentro del lago y se murió ahogado. En el lugar donde cayó nació una flor, a la que llamaron narciso.




Sin embargo a mi me gusta más la manera en que Oscar Wilde acaba esta historia.

Él decía que cuando Narciso murió, llegaron las Oréades (diosas del bosque) y vieron el lago transformado, de un lago de agua dulce que era, en un cántaro de lágrimas saladas.
-¿Por qué lloras?- le preguntaron las Oréades.
-Lloro por Narciso- repuso el lago.
-¡Ah, no nos asombra que llores por Narciso!-prosiguieron ellas-. Al fin y al cabo, a pesar de que nosotras siempre corríamos tras él por el bosque, tú eras el único que tenía la oportunidad de contemplar de cerca su belleza.
-Pero...¿Narciso era bello?-preguntó el lago.
-¿Quién si no tú podría saberlo?-respondieron, sorprendidas, las Oréades-. En definitiva, era en tus márgenes donde él se inclinaba para contemplarse todos los días.
El lago permaneció en silencio unos instantes. Finalmente dijo:
-Yo lloro por Narciso, pero nunca me di cuenta de que Narciso fuera bello.
"Lloro por Narciso porque cada vez que él se inclinaba sobre mi orilla yo podía ver, en el fondo de sus ojos, reflejada mi propia belleza".

El Alquimista (Paulo Coelho)

2 comentarios:

Hektor dijo...

Buena historia, narciso.. la primera vez que me la contó mi padre exclame en alto: ¿Y eso como puede ser?

Jefial dijo...

Es la realidad sobre muchas personas a diarios que se quieren demasiado aunque es bueno quererse tal y como se es pero no de una forma exagerada por que luego pasa lo que pasa,que nos ahogamos en la charca jaja.