" TOCAR FOLLANDO "

Grandes y buenos vicios de la vida, sonoros y lujuriosos a la par. Música y sexo, Sexo y música.  ¡Ay, vital fantasía!

Ha acaecido en alguna que otra ocasión que ambos destinos, el musical y el sexual, se han cruzado sin uno mismo quererlo, por obra y gracia del destino o la casualidad y me he preguntado yo con mi buena fe: "¿Qué hacer en este momento, Mr. Susi, en el que has de elegir si folletear o hacer música con los colegas?". La mayoría de las veces ha sido algo sencillo para mí puesto que siempre está antes el 1 que el 2, es decir, el sonido de voces totalmente compenetradas e instrumentitos pululando de mi oído derecho a mi oído izquierdo antes que un polvete que al igual sale hasta mal, claro ( todo puede ocurrir).

Mas no nos engañemos, me gusta follar más que a un mono despiojar a sus parientes e incluso me atrevería a decir más que a mi viejo el vino, así que habiendo impactado con no una, ni dos, ni tres situaciones en las que un coño sediento se me ofrece apetitoso y deseoso de ser penetrado he de decir que me quedo con la mejor de las opciones no sin antes haber sopesado durante largas noches mi decisión: "Tocar follando".