Una angustia que se hace eterna e inmortal va despedazando, triturando y aniquilando mi cada vez más débil corazón. Al alba un elefante aplasta mi pecho, al alba mis ojos se abren y se vuelven vulnerables a la luz, al alba la puerta al infierno se hace más grande, es enorme. Unos 2.000.000 ºc queman todas mis esperanzas y cada uno de mis intentos de sonreír. Antaño contaba con un manto protector, con una catarata constante de agua cristalina que me daba paz, tranquilidad y frescura, que me saciaba de vida y me protegía del fuego del infierno. Pero claro, eso era antaño.
Hoy muero un poco más. Cada segundo, cada minuto, cada día que pasa me siento más y más sólo. Mis teatros callejeros no son más que eso, meros y simples teatros, mentideros convertidos en subreales verdades, cocodrilos que lloran lágrimas de personas, novias vestidas de negro y novios vestidos de blanco el día de la boda, cafés con una cucharada de sal y sopas de fideos con una pizca de azúcar.
Son ya 28 los años que llevas aguantando mis palabrerías, mi mal humor, mi estrés, mi depresión, mis enfermedades, mis golpes, mis brotes psicóticos al borde del asesinato, mis insultos, mis fiestas y coqueteos con las drogas.
Son ya 28 los años de mi antes buena y ahora miserable vida, según lo que entienda cada cual por bueno y miserable por supuesto.
Sin tí no soy el mismo, reitero que cada milésima de segundo muero un poco más. Corrige tus ideas negativas y opta por seguir hacia adelante. Haz lo que más te convenga para tí, sólo y únicamente para tí. Ya es hora de que dejes de pensar en los demás, incluida la persona que te parió un 7 de junio del '56. Vuelve a mí, por favor te lo pido, te lo ruego, TE LO EXIJO.
Te necesito, porque sin ser la persona fuerte, coherente, inteligente e independiente que has sido siempre no continuaré existiendo.
Abraza mi alma y cuida de ella. Te necesito Mamá.
